viernes, 28 de febrero de 2014

AZKEN OSTIRALA SANTURTZIN -OTSAILA / FEBRERO- (100 PERSONAS).

Hoy nos hemos juntado aquí de nuevo, en este ultimo viernes del mes de febrero, para denunciar la dispersión que se le aplica a los presos y presas políticas vascos. Bajo el lema “Cerremos la puerta al sufrimiento, abrámosla a la solución, no a la dispersión” queremos denunciar lo que supone esta política penitenciaria aplicada tanto por el estado español como el francés desde hace mas de 30 años, una política vengativa que propicia todo tipo de actuaciones ilegales dentro de las prisiones: traslados (como el que ayer sufría nuestra vecina Oihana Garmendia enviada a Bapaume, cerca de la frontera con Bélgica), agresiones, aislamiento, muertes, …
Y como olvidar en este pueblo esto ultimo, cuando ayer mismo se cumplía el 8º aniversario de la muerte en la cárcel de Cuenca de nuestro vecino, Igor Angulo, una muerte que trunco su joven vida. Una muerte propiciada como decimos por la política de dispersión y su continua vulneración de todos los derechos hacia los/as presos políticas vascas, una política que continua vigente a día de hoy y en los mismos parámetros que hace 8 años como hemos podido comprobar también hace escasas fechas con la muerte en el penal andaluz de Puerto, del vecino de Elorrio, Arkaitz Bellón.
Pero no solo dentro de las prisiones se padece la dispersión, como consecuencia de ella cientos de familiares y amigos están obligados a realizar miles de kilómetros en la carretera cada fin de semana. Cada familia hace como media más de 1000 kilómetros por fin de semana. Esta situación conlleva graves daños físicos, morales y económicos, más aun teniendo en cuenta que es una situación que se esta alargando durante largos años. De cualquiera de las maneras, uno de los aspectos más graves de la dispersión son los accidentes. Ocurren con frecuencia y han provocado ya muchas muertes. Castigar de esta manera a los familiares de los presos no tiene justificación legal alguna, y es inadmisible desde el punto de vista de los derechos humanos. Ya es hora de que le pongamos fin, y entre todos y todas debemos de lograrlo.

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